Argentina arrancó el Mundial ganándole 1-0 a Nigeria. El equipo de Diego Maradona fue superior a su rival pero desperdició muchas situaciones de gol y vivió un segundo tiempo con angustia y sufrimiento.
Con apariciones estelares de Lionel Messi, un juego colectivo irregular y una defensa con demasiadas zozobras, Argentina venció a Nigeria por la mínima diferencia, a pesar de haber generado gran cantidad de ocasiones de riesgo.
Ningún guionista pudo haber escrito un mejor comienzo para Argentina en el partido. Luego de algunas llegadas interesantes, a los 6 minutos una jugada preparada desde el córner derivó en un excelente cabezazo de Gabriel Heinze, que marcó el 1-0 y roció de tranquilidad al seleccionado.
Si bien se esperaba la reaccion nigeriana, el equipo albiceleste incrementó su nivel de confianza y empezó a gozar de situaciones de peligro, casi todas naciadas en el pie izquierdo de Lionel Messi, la figura del encuentro. Pero Nigeria tuvo a su arquero, Vincent Enyeama, como la reliquia que lo mantuvo con vida durante todo el transcurso del encuentro.
La defensa argentina experimentaba algunos inconvenientes ante el avance nigeriano. Jonás Gutiérrez tardó unos cuantos minutos en acomodarse al sector derecho de la defensa. Pero los electrizantes arranques del Nº10 de Argentina tenían mayor relevancia que los problemas del fondo aunque los delanteros no pudieran concretar las ocasiones: Higuaín falló un mano a mano clarísmo y el arquero le tapó un remate con destino de golazo a Messi. Di María no entraba en sintonía con el juego y Tévez oscilaba entre la fricción y el juego, aunque redondeaba un correcto encuentro.
El trámite del partido no era demasiado bueno. No obstante, alcanzaba para ser lo más rescatable de un mundial que hasta el momento oculta sus mejores presentaciones futbolísticas.
Para Argentina, el complemento tenía la premisa de estirar la diferencia y cerrar el marcador. Pero Enyeama siguió evitando la caída de su valla y abrió la incertidumbre en el equipo de Maradona, que no podía concretar el segundo gol y comenzaba a sufrir defensivamente.
La velocidad del ingresado Obafemi Martins complicaba a la Argentina. Con Samuel más afirmado que Demichelis, los avances nigerianos hacían vacilar a la última línea y sólo Sergio Romero podía cortar ese titubeo con su imponente seguridad.
Un fuerte remate de Martins rechazado por Romero, un misil de Taiwo y el yerro de Uche al borde del área chica fueron las jugadas más inquietantes que sufrió Argentina.
Maradona tardó, pero acertó los cambios. Reemplazó a un agotado y golpeado Verón por Rodríguez, intercambió a Milito por Higuaín y modificó el orden posicional con el ingreso de Burdisso por un intrascendente Di María, pasando Jonás al sector izquierdo del mediocampo.
Las variantes le dieron al seleccionado un mayor control de pelota. Cuando se especulaba que los últimos minutos del encuentro serían los de mayor congoja, Nigeria pareció resignarse y Argentina se adueñó de la posesión del partido hasta que el juez Wolfgang Stark pitó el final.
Sin dudas, la presentación puede calificarse como aprobada. Pero a Argentina no le sobraron ni migajas de fútbol para vencer a una débil aunque agresiva Nigeria. La presión del debut y la ausencia de competencia pueden haber sido los factores de un rendimiento tan irregular. La tendencia muestra que con algunos retoques, el equipo mejorará considerablemente. Todavía falta aceitar el funcionamiento colectivo. Sin embargo, para hacerlo es fundamental arrancar triunfando y Argentina cumplió ese objetivo.
que grande esa pared de los nigerianos!!!!!!! otra que luchetti… si boca se pone las pilas por el?
aunque hay algo que es cierto… tenemos a los dos goleadores de españa, al de italia, a uno de los mejores de inglaterra, una suma de mas de 200 millones de euros entre los titulares… pero a nigeria le ganamos con un gol de un defensor de un centro…