A tantas pálidas, llegó una buena. Miguel Pires, representante del delantero Rubén Ramírez, último goleador del fútbol argentino, pronosticó que el pase del jugador de Godoy Cruz a Boca “se va a dar”.
El empresario, que también integra un grupo inversor dueño del 40 por ciento del pase del santafesino, se ofreció a «colaborar» económicamente para acercarse a los 2,5 millones de dólares que pretende el club mendocino por el resto de la ficha.
«Si necesitan ayuda, uno está. Boca siempre es tentador: aire nuevo para el jugador, presidente nuevo y gente joven en un club que intenta hacer las cosas bien», resumió Pires sobre la operación.
Ramírez, de 29 años, autor de 12 goles en el último torneo Apertura, fue dirigido por Julio César Falcioni en Banfield en el 2010 y eso seduce al delantero.
Pires, en diálogo con TyC Sports, explicó que su interés por ubicarlo en Boca «es una cuestión de dinero y no una cuestión de amor», y desdramatizó un posible malestar del titular de Godoy Cruz, Mario Contreras.
«Es un amigo, sabe que uno siempre le va de frente. Estamos buscando lo mejor, y en esto nadie se tiene que ofender», dijo el manager de Ramírez. Pires viajará en las próximas horas a Mar del Plata, donde el jugador permanece de pretemporada con su actual club, para «acompañarlo» y avanzar sobre su pase a Boca.
Casi descartado el chileno Humberto Suazo, el santafesino se convirtió en la prioridad del último campeón argentino, que además sondeó a Mauro Óbolo, de Arsenal.