La noche del 4 de julio fue fatídica para todo Boca Juniors. El equipo perdió la final frente a Corinthians por 2 a 0 y quedó atragantado el grito de la obtención de la séptima Copa Libertadores en la historia del club. Para colmo de males, Juan Román Riquelme anunció su retirada de la institución minutos más tarde. Y como si todo esto no fuera suficiente, se confirmó la rotura del ligamento externo de la rodilla de Agustín Orión, que había salido a la media hora de juego, dolorido tras chocar con Somoza.
Así, Boca pasaría tres meses sin su arquero titular, récord del fútbol argentino por ser el guardameta que menos goles recibió en torneos cortos (apenas seis en los diecinueve partidos del Apertura 2011, que coronó al Xeneize). Orión ostenta además otros números interesantes: de los 49 partidos que disputó en el club, en 31 no pudieron convertirle goles.
Oscar Ustari fue elegido como su reemplazo, y pese a una larga inactividad, redondeó buenas actuaciones bajo los tres palos. Sin embargo, ayer fue el protagonista del blooper que terminó en el primer gol de Lanús, cuando una pelota llovida se le escurrió entre las manos y Regueiro aprovechó para marcar.
Casi tres meses después de la lesión, Agustín Orión está nuevamente a disposición de Falcioni, que no dejará pasar la oportunidad y le devolverá la titularidad el próximo domingo, cuando Boca reciba a San Martín de San Juan en La Bombonera.
A Orión hay que ayudarlo desde el medio y la defensa, porque a este Boca le convierten casi todos los partidos…