Boca dominó el partido ante Corinthians y se llevó un valiosísimo triunfo en el partido de ida de los octavos de final. Blandi anotó el 1 a 0 definitivo. El equipo de Carlos Bianchi mostró una franca mejoría y tuvo varios puntos altos. La vuelta será en el Pacaembú, el 15.
Una Bombonera colmada dio un marco espectacular de colores y fuegos artificiales para el recibimiento del equipo. Con la cantada ausencia de Juan Román Riquelme, que no llegó a recuperarse del desgarro en el aductor, Bianchi plantó a Sánchez Miño en el mediocampo y soltó a Erviti para que el exBanfield participe en la creación ofensiva.
Y Boca empezó mejor. El Xeneize mostró una versión mejorada, manejó la pelota y fue el claro protagonista de la primera mitad. Con Erbes y Somoza afianzados en la marca y un lúcido Walter Erviti, logró crearle problemas a la defensa corintiana. Fue el propio Erviti quien enganchó para adentro y remató cruzado, apenas arriba del ángulo superior derecho, en la primera ocasión de gol xeneize. Minutos después, Emerson conectó una pelota de aire que se perdió por encima del travesaño. Fue todo lo que ofreció Corinthians. Después, Sánchez Miño quedó de cara al arco pero pifió el remate, y Martínez se la bajó a Blandi para que la empujara al arco vacío, pero el arquero Cassio cortó la acción. Con sendos cabezazos desviados de Burdisso y Blandi, el local se acercó al gol, aprovechando el desconcierto en la marca del Timao.
El segundo tiempo no mermó las intenciones de Boca. El Xeneize tomó las riendas del partido y siempre tuvo la iniciativa. Se acercó al arco de Cassio con dos tiros libres de Sánchez Miño, y la firmeza del mediocampo auriazul bloqueó la creación de Corinthians, flojo atrás y sin profundidad en el ataque. A los 14 minutos llegó el merecido premio: Erbes remató desviado de media distancia, y Nicolás Blandi apareció habilitado por detrás del último marcador, para corregir la trayectoria del balón y poner a Boca arriba por 1 a 0.
Corinthians debió despertar de la siesta y comenzó a acercarse a Orión. A los 25, Paolo Guerrero le pegó con clase desde afuera del área y el palo salvo el triunfo xeneize. Ledesma ingresó por Erviti y Federico Bravo reemplazó a Erbes. El partido se tornó equilibrado pero el local pudo ampliar la diferencia, primero con un cabezazo de Ledesma y después con un buen tiro libre de Blandi. Pero a cinco del final, empezó el calvario: Ledesma aprovechó un rebote y envió la pelota al fondo de la red, pero el árbitro anuló el tanto por offside y amonestó al volante por quitarse la camiseta en el festejo. Un minuto más tarde, el exCatania se ganó otra amarilla por un planchazo. Minuto fatídico que le costó la roja al jugador, y el sufrimiento de todo Boca ante la embestida del Corinthians.
Pero Boca estuvo firme en las últimas líneas como pocas veces en este semestre. Orión descolgó todo y un plantel extenuado soportó la ventaja contra todos los dolores físicos. El chileno Osses decretó el final y Boca se llevó el primer chico, por la mínima pero con buen juego, en una semana crucial: el domingo recibirá a River.