El xeneize venció 1-0 a Quilmes con gol de Carrizo. Boca fue superior a su rival pero sufrió mucho en la pelota parada. En una semana, enfrentará a River.
Boca dejó atrás una semana de resultados agrios y festejó un ajustado triunfo ante Quilmes. Tras el empate ante Banfield y los fatídicos 34 minutos ante Racing que terminaron en derrota, el xeneize debía recuperarse para llegar en buenas condiciones para el Superclásico, el próximo domingo.
El equipo de Arruabarrena tuvo a Federico Carrizo como su baluarte. El volante, que jugó de a ratos por la izquierda y otros momentos por la derecha, fue el autor del único gol del partido y el más desequilibrante del ataque junto a Chávez.
En la primera etapa, el xeneize fue superior a su rival pero mostró imprecisiones que le impidieron abrir el marcador. Lo mejor de Boca ocurría cuando los laterales, Colazo y Marín, se involucraban en los ataques.
Llegó rápido el gol en el complemento. A los 6 minutos, Gago cortó con excelencia un ataque de Quilmes, Chávez inició una galopada desde la izquierda y tras un centro apareció de Carrizo, para marcar de zurda, y tras el roce en un defensor rival, el 1-0.
Hubo respuesta de Quilmes. Esencialmente fueron centros vía pelota parada o pelotazos cruzados. Y fueron dañinos para Boca, que no los defendió bien. Incluso, el conjunto dirigido por Quatrocchi estuvo cerca del empate en varias ocasiones.
Sin embargo, el equipo de la ribera terminó festejando, ante su gente y en su casa. Con la mira puesta en River, Boca sumó un triunfo que lo ubica en mejores perspectivas para encarar un Superclásico que tendrá grandes expectativas para ambos equipos.