El xeneize igualó sin goles con el Jorge Wilstermann en un encuentro monótono con muy pocas ocasiones de gol. El pésimo estado del campo de juego y la altura conspiraron contra el rendimiento del equipo de Alfaro.

Un efectivo somnífero. Así podría resumirse el debut de Boca en la Copa Libertadores 2019 en su visita al Jorge Wilstermann.
La altura de Cochabamba y un penoso estado del campo de juego fueron condimentos decisivos para contribuir a un encuentro con pocas emociones. En la primera parte, el árbitro no cobró un claro penal sobre Almendra.
Nuevamente fue Tevez el más claro de Boca durante todo el partido, pero sorpresivamente Alfaro lo reemplazó promediando el complemento.
En la segunda parte hubo un poco más de movimiento. El local tuvo varias ocasiones, pero no logró concretar. Boca lo pudo ganar en los pies de Nandez pero el remate se fue desviado.
No es el debut soñado para el equipo de Gustavo Alfaro, pero queda el consuelo de rescatar un punto en un escenario adverso como representa jugar en la altura.