Fuegos artificiales, estadio repleto, fiesta y expectativas. Así se recibió el primer Superclásico del año en Mar del Plata. Como todos los encuentros de esta gran rivalidad, de amistoso tuvo poco y nada.
Boca empezó mejor: a los 15 minutos, el pibe Luciano Acosta -de gran debut- se escapó por la izquierda y centró para el cabezazo de Gigliotti, exigiendo así una tremenda atajada de Barovero.
El primer tanto no se hizo esperar. Cuando corría el minuto 19, Sánchez Miño se sirvió de un tiro libre cerca del área para dejarla colgada en el ángulo izquierdo de Trapito. Golazo y locura en la mitad del estadio.
Tampoco demoró en llegar el segundo. En un córner, Jonathan Maidana aprovechó un mal rechazo de la defensa xeneize y punteó a los 41 para imponer la paridad que sería definitiva. Todo Boca reclamó una falta sobre Orión, pero Germán Delfino interpretó lo contrario.
Una discusión se generó sobre el final del primer tiempo cuando Ledesma le reclamó a Delfino por un córner. Exceso verbal de por medio, fue el Cata Díaz quien resultó perjudicado: expulsión y un jugador menos con toda una mitad por jugar. También la ligó el pibe Acosta, que se tuvo que ir para el ingreso de otro juvenil, Joel Rodríguez, y así acomodar la línea del fondo.
Uno de los puntos más altos en Boca, y quizás la figura del encuentro, fue Fernando Gago. El jugador de Selección no tuvo problemas en desplegar su juego. Gracias a él casi se marca el segundo luego de una serie de pases con Gigliotti y Sánchez Miño. También aportó en la presión, cuando apuró un despeje de Funes Mori que por poco no se le metió a Barovero.
Promediando el complemento, Orión sintió una molestia en el aductor derecho y salió por precaución. Luego del partido se conoció que se trataba sólo de una contractura, por lo que no habría mayores razones para preocuparse. En su lugar entró Trípodi, que rápidamente fue exigido por una chilena de Lanzini. Gran atajada para que sume confianza el arquero suplente del plantel.
Poco más sucedió. Sobre el final, Cavenaghi le devolvió un golpe sin pelota a Gigliotti y se fue expulsado. Además de Gago, destacaron Ledesma en la marca, el Burrito Martínez con su velocidad y el ya mencionado Acosta, picante y participativo. Cuando el empate ya moría ingresaron Gonzalo Escalante y Nicolás Colazo.
Los refuerzos respondieron bien. Un poco mejor Forlín, que supo manejar a Cavenaghi y salir jugando. Grana tuvo bastante trabajo en el costado derecho, aunque logró desenvolverse bien en los primeros 45 minutos.
Boca fue mucho más en el primer tiempo y aguantó con uno menos en el segundo. River no pudo llegar con claridad. Por esto, fue 1 a 1. Intenso, con polémica y poco fútbol. Como acostumbra a ser el tan esperado Superclásico de los últimos años.