Noche perfecta para Boca. Sin bemoles, el equipo de Arruabarrena redondeó una actuación perfecta ante el Zamora venezolano y lo aplastó con un contundente 5 a 0. Meli abrió la cuenta, que luego ampliaron Lodeiro y Carrizo antes del cierre del primer tiempo, y que liquidó Osvaldo en el complemento en dos ocasiones, la segunda de penal.
La debilidad presentada por el rival influyó pero no quita el mérito auriazul. A Boca se le podía cuestionar la falta de eficacia en desmedro de las oportunidades creadas, y hoy logró zanjar esa deficiencia que le costó caro ante Colón, el último domingo.
Meli capturó un rebote de frente, en el borde del área, para meter un buen remate bajo y desatar el primer grito a los 7 minutos. Pocos minutos más tarde, una jugada colectiva deliciosa por todo el frente de ataque culminó con el propio Meli bajando una pelota de cabeza para la entrada de Lodeiro, que cruzó de primera un remate bajo y estiró el resultado a 2-0. Carrizo, a los 36 minutos, encaró a dos defensores en el vértice del área y enganchó hacia adentro para colocar su derechazo en el palo más lejano del arquero. 3 a 0 y partido sentenciado antes del fin de la primera mitad.
El segundo tiempo fue el partido de Osvaldo. El delantero había perdido una chance clara en el primer tiempo, y también dilapidó ocasiones en el complemento. Pero el recién ingresado Martínez le bajó una pelota al corazón del área chica que el ex Roma no tuvo más que empujar. Minutos más tarde, fabricó un penal con viveza, y pidió la pelota para cambiarlo por gol con enorme clase. Incluso pudo meter un tercero, pero el línea lo invalidó – mal – por posición adelantada.
Fue una victoria apabullante, ante un rival con poca oposición, pero que llena de confianza al plantel xeneize, que quedó a un paso de lograr la clasificación a octavos.